El micropicor aparece cuando se produce un antagonismo entre lo que deseamos hacer y lo que hacemos realmente. Si no me gusta escuchar lo que oigo pero tengo que disimular, me llevaré el dedo al oído porque me pica. Me gustaría taparme las orejas pero no puedo. En otros casos tengo que refrenar un impulso o me cuesta entender unos argumentos. Los micropicores aparecen con mucha frecuencia en el rostro pero también en otras partes del cuerpo como la pantorrilla, el tobillo, el muslo o el tronco.
Aunque a veces resulta difícil refrenar este impulso, es conveniente controlar los movimientos de este tipo porque son indicios de inquietud, nerviosismo o mentira. Ver video.