A todos nos gusta rodearnos de personas agradables. Pero, ¿sabías que todos podemos ser encantadores si nos lo proponemos? En general, se trata de mostrarse abierto y cercano, con una actitud optimista y positiva frente a la vida. Las personas encantadoras son generosas en su comportamiento, a la vez que elegantes. Son amables con los demás y entienden cómo se sienten sus interlocutores. Por ello, adaptan su comunicación a lo que necesitan los demás en cada momento. En el programa de hoy te demostraré que el encanto no tiene edad ni nada que ver con el atractivo físico, sino más bien con tu actitud, tu accesibilidad y tu forma de relacionarte.