El carisma es la cualidad de la personalidad que nos hace más atractivos a los demás, provoca que nuestras opiniones e ideas sean mejor recibidas e incluso seamos imitados en nuestra forma de vestir o de comportarnos. Es una mezcla de carácter, habilidades sociales y capacidad de persuasión.
Cómo podemos potenciarlo?
- Autocontrol en la expresión de emociones y pensamientos: no ponernos a la defensiva, no derrumbarnos ante un ataque o ni responder con una reacción agresiva.
- Ser personas observadoras, curiosas, receptivas, para conocer mejor el mundo que nos rodea y la condición humana.
- Tener un espíritu crítico y opiniones propias.
- Creatividad para enfrentar las situaciones de la vida de una forma diferente a la convencional, encontrar nuevas soluciones a viejos problemas, tomar decisiones que sorprendan a los demás e ir un paso por delante del resto.
Podemos mejorar nuestras habilidades sociales y entrenar las habilidades de persuasión y seducción.
La puesta en escena es fundamental
El carisma tiene una vertiente visual muy importante. Lo que cuentan no son tanto las ideas sino la forma de transmitirlas, la forma de relacionarse y la imagen resultante.
Hay que planificar donde y cuando aparecemos. Nuestra presencia y visibilidad es importante pero también lo es nuestra ausencia. Si estamos siempre en todas partes podemos resultar pesados. Nuestra imagen viene dada por donde estamos pero también por donde no estamos.
También es clave dominar el silencio, hablar cuando hay algo importante que decir y no solo para rellenar el silencio nos confiere un aire de personas sabias y reflexivas.
Identificar e imitar a las personas carismáticas puede ayudarnos?
Sí, para reconocer las habilidades de una persona especial. Pero no para convertirnos en clones. La persona carismática lo es porque es distinta a las demás, si la imitamos no tenemos nada original, nos convertimos en una vulgar imitación que puede ser ridícula. Cada uno tiene que encontrar lo mejor de si mismo y expresarse con autenticidad.