Comentamos el estudio de la Universidad de Granada en el que, aplicando la termografía, ha demostrado que cuando mentimos disminuye la temperatura de la nariz.
¿Cómo nos puede ayudar eso a detectar la mentira? ¿Qué pasaría si todos pudíesemos saber exactamente si el otro miente? ¿Nos interesa realmente conocer siempre la verdad?