Una relación cálida y afectuosa en el seno de la familia empieza por la cercanía física y por señales de cariño que casi siempre implican algún tipo de contacto físico. Besar, acariciar o coger de la mano son muestras claras de amor hacia quién las recibe. En Para todos la 2 de esta semana (15/10/12), nos hemos detenido en los beneficios del tacto ya sea en niños, adolescentes o ancianos.