Cómo realizar una crítica constructiva
Una de las habilidades que deben de tener los padres, los maestros y los líderes en general es facilitar el aprendizaje, el progreso y una actitud positiva. Y una de las herramientas que pueden dar mejores resultados son las críticas. Pero ¿cómo hacerla para que no desanime o genere actitudes defensivas?
Una crítica no siempre es negativa aunque en el uso coloquial se entiende como comentario negativo y destructivo. Si quién te hace el comentario tiene conocimiento y tacto para realizarlo, puede convertirlo en un gran consejo o una lección en el mejor sentido.
Aquí tienes un decálogo para la crítica constructiva
- Piensa si estás autorizado a dar tu opinión sobre algo que ha hecho otra persona. En muchos casos, quizás deberías abstenerte porque no te corresponde valorarlo.
- No improvises, prepárate. La espontaneidad es enemiga de una buena crítica, no se puede juzgar sin pensar o ir haciendo comentarios al tuntún.
- Pregúntate qué conocimientos tienes tú sobre el tema o sobre la persona que va a recibir este comentario. Quizás te faltan datos, información importante, saber… Recuerda que la ignorancia es atrevida.
- Busca el lugar adecuado y el momento más oportuno. Momentos y escenarios de tranquilidad y confidencialidad son más adecuados porque favorecemos la actitud receptiva de la otra persona y salvaguardamos su imagen.
- No humilles a la persona. Los gritos, (Vídeo «Los gritos son comunicación violenta») las palabras vulgares y los insultos son agresiones. El lenguaje corporal también puede ser tremendamente ofensivo. (Puedes ver el vídeo «Pequeños malos tratos» sobre este tema.)
- Primero, pregunta. Antes de hablar y emitir juicios, pregunta a la persona qué motivos tiene para actuar cómo lo ha hecho, quizás ya no será necesaria la crítica una vez escuches la respuesta.
- Lenguaje corporal abierto, relajado, amable y dispuesto a escuchar. Imprescindible para crear un clima de confianza. No te olvides de este lenguaje tan poderoso.
- Plantea el comentario en positivo y resalta lo bien que ha hecho parte de la tarea. No puede ser todo negativo en alguien. Y no hace falta destrozar completamente la parte mejorable.
- Reconoce que tienes parte de responsabilidad en el resultado. Quizás podrías haberle guiado mejor, proporcionar información, o encomendaste el trabajo demasiado tarde… Asume tu parte de responsabilidad, si la hay.
- Ofrece ayuda, medios o ideas de solución. Deja al final de la conversación, un impacto positivo. Da ánimos, ofrece colaboración o demuestra que confías en que todo será mejor en el futuro.
La persona que recibe la crítica debe tener la sensación de que ha salido ganando y piensa que
- Ha aprendido algo y podrá mejorar en el futuro.
- Puede cometer un error porque se considera parte del aprendizaje.
- Quién lo ha dicho quería ayudar, aunque no compartamos su opinión.
- Que no se le ha criticado para menospreciarle, humillarle o castigarle.
Si deseas hacer una crítica, primero ponte en el lugar de esta persona. Trata a los demás como te gustaría ser tratado.
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