Constantemente destacamos la importancia de la socialización y las relaciones humanas en las relaciones personales y profesionales. Es evidente, pues, que es básico desarrollar estas habilidades sociales en nuestros hijos cuando antes mejor. Desde su nacimiento, nuestros hijos nos toman como modelo a seguir e imitan nuestro comportamiento. Los niños acabarán siendo un reflejo de cómo son sus padres y su entorno. Por ello, dado que gran parte de la comunicación no verbal no es innata, sino que se aprende, es muy importante que seamos conscientes de qué ejemplo les estamos dando en las diversas situaciones en las que nos encontramos. Esta semana veremos cómo podemos ser más proactivos y qué actividades podemos llevar a cabo con nuestros hijos para ayudarles a desarrollar sus habilidades sociales. Si les enseñamos cómo gestionar su lenguaje verbal y no verbal, tendrán más herramientas cuando sean mayores para saber comunicarse con éxito.