La responsabilidad comunicativa consiste en tener conciencia de la influencia que ejercemos en los demás y en nosotros mismos a través de los procesos de comunicación que nosotros podemos controlar.
Asumir tu responsabilidad comunicativa significa:
- Tener conciencia de ti mismo. Quién eres, cómo eres y cómo interactúas con el entorno.
- Saber qué tipo de relación general quieres establecer con el mundo.
- Elegir las personas con las que querrás relacionarte y las que descartas.
- Decidir qué relación quieres tener con cada una de las personas elegidas o que encuentras casualmente en tu camino.
- Ejercer autocontrol de las emociones y controlar los impulsos.
- Ser proactivo en la comunicación.
- Ser consciente de que cada palabra, movimiento o tono de voz tiene sus efectos.
- Aceptar las consecuencias de tu comunicación.
- Acepta que siempre puedes mejorar y comprométete contigo mismo a aprender cada día.
- Aprende de los demás.
- Evita personas tóxicas, que te dañan, abusan de ti. Tú también eres responsable de tu vida social. Tú eres el responsable de preservar tu dignidad.
- Admite que los demás también pueden equivocarse, ser torpes, etc. Ten un margen de tolerancia y capacidad de perdonar.
Seamos responsables. Seamos dueños de nuestra comunicación y artífices de nuestros éxitos.